Contaminación biológica en bibliotecas, reflexiones sobre una emergencia silenciosa

Resumo: Históricamente, las bibliotecas han sido fuentes sospechosas de transmisión de enfermedades entre el público. La evidencia reciente de variados estudios ha confirmado la presencia de bacterias y hongos en el aire de las bibliotecas, libros y superficies, por lo que se han recomendado estudios epidemiológicos adicionales que investiguen la salud de los empleados y usuarios, poniéndose en contexto en relación con la acumulación de objetos en espacios cerrados y la manipulación de éstos para su conservación y restauración. La problemática de la contaminación por manipulación ha quedado en evidencia con la pandemia por COVID-19 y la forma en que las instituciones se encuentran adaptadas en cuanto a infraestructura y capacidad profesional para la contención del virus. Es conocido el deficiente estado de preservación que poseen muchos de los depósitos y lugares destinados para la guarda de libros y bienes patrimoniales. Ya en al año de 1976, el International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property (ICCROM) advertía, en su reunión, que el principal agente de deterioro de las colecciones son las condiciones en que se encuentran los depósitos e instruía al respecto para hacer frente a esta condición. Desde la intervención directa de los libros o documentos, perteneciente al área de especialistas de la restauración de papel, se pone énfasis en el objeto o bien patrimonial, con un enfoque en los deterioros propios de los materiales, para hacer un análisis minucioso en el reconocimiento del estado de conservación y la posterior propuesta de intervención. En este ejercicio generalmente se pierde de vista la proveniencia de los bienes, ya sea por desconocimiento histórico o por hecho de que se carece de un registro inicial de las colecciones o acervos. La comprensión de la magnitud que nos afecta es el primer paso para gestionar la elaboración de planes de actualización profesional, la metodología idónea y la puesta en marcha de proyectos de estabilización de colecciones, no sólo asociados al libro, propiamente, sino a las condiciones ambientales y arquitectónicas.